viernes, 19 de febrero de 2016

ELEMENTOS QUE CONSTITUYEN UN ECOSISTEMA.

Biocenosis, término que engloba el conjunto de las comunidades vegetales (fitocenosis), animales (zoocenosis) y de microorganismos (microbiocenosis) que se desarrollan en un biotopo determinado. 
Las especies que constituyen una biocenosis manifiestan diversas formas de interacción, como la competencia (la lucha por el espacio y el alimento), el parasitismo (la explotación alimentaria de un organismo por otro) o la predación (el consumo de una especie por otra). Estas relaciones son complejas, cada organismo desempeña un papel determinado en la red trófica (productores, consumidores, descomponedores), y la alteración de dichas relaciones puede provocar una perturbación en su equilibrio. 
Las partes fundamentales de un ecosistema son los productores (plantas verdes), los consumidores (herbívoros y carnívoros), los organismos responsables de la descomposición (hongos y bacterias), y el componente no viviente o abiótico, formado por materia orgánica muerta y nutrientes presentes en el suelo y el agua. Las entradas al ecosistema son energía solar, agua, oxígeno, dióxido de carbono, nitrógeno y otros elementos y compuestos. Las salidas del ecosistema incluyen el calor producido por la respiración, agua, oxígeno, dióxido de carbono y nutrientes. La fuerza impulsora fundamental es la energía solar. Por último, en un nivel de organización superior se encuentran las relaciones entre los diferentes elementos o partes del ecosistema.
Dentro de los factores bióticos encontramos a todos los seres vivos entre los que podemos mancionar:
Organismos productores. Son organismos fotosintéticos que convierten la energía luminosa en energía química alimenticia aprovechable por ellos mismos y por otros seres vivos. Producen compuestos orgánicos a partir de materia inorgánica
Son organismos productores todos los vegetales verdes, las algas, algunas bacterias y protozoarios.
Se aplica a las bacterias autótrofas que usan energía liberada por reacciones inorgánicas específicas para impulsar sus procesos vitales, entre otros, la síntesis de moléculas orgánicas.

Organismos consumidores. Son organismos desde microscópicos, como algunos protozoarios, hasta animales de mayor tamaño que se encuentran en el medio. A los que se nutren de vegetales se les identifican como consumidores primarios o herbívoros, mientras que a los que se alimentan de animales herbívoros se les da el nombre de consumidores secundarios.
Los consumidores no realizan la fotosíntesis, obtienen los nutrientes orgánicos ya elaborados.
Organismos reductores o descomponedores (degradadores). Comprenden a los hongos y a las bacterias que desdoblan los compuestos orgánicos de organismos muertos y reintegran a la naturaleza los elementos químicos que los formaban.
Saprofito, cualquier organismo que no puede obtener su alimento mediante la fotosíntesis, y en su lugar se nutre de restos de materia vegetal o animal en putrefacción. Los hongos superiores, los mohos, y otros tipos de hongos, son los saprofitos más abundantes. Ciertos tipos de bacterias son saprofitas, así como también algunas plantas con semilla, como la monótropa india, Monotropa uniflora, y las orquídeas del género Corallorhiza. Los saprofitos producen enzimas que descomponen la materia orgánica en nutrientes que se pueden absorber. Muchas plantas saprofitas con semilla, consiguen su alimento en cooperación con hongos simbiontes (asociados en simbiosis), que colonizan sus raíces y convierten la materia en descomposición, en nutrientes
Hábitat y nicho
La comunidad aporta el hábitat, el lugar en el que viven las distintas plantas o animales. Dentro de cada hábitat, los organismos ocupan distintos nichos. Un nicho es el papel funcional que desempeña una especie en una comunidad, es decir, su ocupación o modo de ganarse la vida. Por ejemplo, el candelo oliváceo vive en un hábitat de bosque de hoja caduca. Su nicho, en parte, es alimentarse de insectos del follaje. Cuanto más estratificada esté una comunidad, en más nichos adicionales estará dividido su hábitat.
FACTORES ABIÓTICOS.
Biotopo, término que en sentido literal significa ambiente de vida y se aplica al espacio físico, natural y limitado, en el cual vive una biocenosis. La biocenosis y el biotopo forman un ecosistema. La noción de biotopo puede aplicarse a todos los niveles del ecosistema: en un extremo se puede considerar el biotopo general, como el mar, formado por las comunidades vegetales, animales y de microorganismos que le corresponden, y en el otro extremo se puede considerar el biotopo local, como puede ser un arrecife coralino, con su fauna y vegetación característica asociada. Por lo tanto, el biotopo puede ser homogéneo desde el punto de vista ecológico, o puede comprender un conjunto de residencias ecológicas distintas, como es el caso de un río y su tramo alto, medio y bajo, donde viven, en cada uno de ellos, comunidades animales y vegetales diferentes.
Clima, efecto a largo plazo de la radiación solar sobre la superficie y la atmósfera de la Tierra en rotación. El modo más fácil de interpretarlo es en términos de medias anuales o estacionales de temperatura y precipitaciones.
El clima tiene una gran influencia en la vegetación y la vida animal, incluyendo a los seres humanos. Desempeña un papel significativo en muchos procesos fisiológicos, desde la concepción y el crecimiento de los seres vivos hasta la salud y la enfermedad. El ser humano, por su parte, puede influir en el clima al cambiar su medio ambiente, tanto a través de la alteración de la superficie de la Tierra como por la emisión de contaminantes y productos químicos, como el dióxido de carbono, a la atmósfera.
Otros elementos que contribuyen a explicar el clima de una región pueden ser la presión atmosférica, los vientos, la humedad, la latitud, la altitud, el relieve, la proximidad de los mares, las corrientes oceánicas y la influencia de la naturaleza del suelo y la vegetación.
Latitud y longitud, sistema de coordenadas geométricas, también llamadas coordenadas geográficas, que se utiliza para definir la localización de lugares en la superficie terrestre (para conocer la utilización de esos términos en astronomía, véase Sistema de coordenadas astronómicas; Eclíptica). La latitud, que proporciona la localización de un lugar al norte o al sur del ecuador, se expresa con medidas angulares que van desde 0° en el ecuador hasta 90° en los polos. La longitud, la localización de un lugar al este o al oeste de una línea norte-sur denominada meridiano de referencia, se mide en ángulos que van de 0° en el meridiano de origen (meridiano de Greenwich) a 180° en la línea internacional de cambio de fecha.
Altitud (geografía), altura sobre el nivel del mar. Para referir las altitudes al nivel del mar y dado que éste varía en el espacio y en el tiempo, cada país fija convencionalmente el lugar a partir del cual se calculen todas las cotas de altitud que aparecerán en la cartografía oficial; es el denominado cero de nivelación. El nivel medio del mar, o nivel cero, se calcula con un mareógrafo a partir de una serie de registros ininterrumpidos de oscilaciones de mareas. En España, el nivel medio que se toma como cota cero es el obtenido por el mareógrafo de Alicante.
SUELO.
El suelo es el sustrato que sirve de apoyo a los organismos e influye sobre éstos determinando el tipo de vegetación y animales presentes en el hábitat.
Además de servir como soporte para los organismos, el suelo contiene los elementos nutritivos que necesitan para su desarrollo.

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